Limpieza de fondos marinos, ¿cómo se hacen?


                       BASURA MARINA, BASURA QUE MATA

¿Quién no ha visto alguna vez en alguna de sus salidas de buceo o de pesca submarina elementos ajenos al ecosistema marino como plásticos, restos de redes, cuerdas, nasas, cristales, latas de refresco, etc.? Es la denominada basura marina, que no es ni más ni menos que basura que mata.

Dejemos de lado elementos contaminantes tales como petróleo, elementos químicos, aguas residuales… y centrémonos en los anteriores: plásticos, redes, cristales, latas… aquellos que vemos por desgracia de forma más habitual y ante los cuales podemos actuar de una forma más directa organizando o prestando nuestra colaboración en las llamadas limpieza de los fondos marinos que son llevadas a cabo por multitud de buceadores de forma totalmente altruista y que tanto beneficio suponen al ecosistema marino.

Estas actividades de limpieza de fondos requieren de una planificación previa, sobre todo en 3 aspectos:


1. En una correcta elección de la zona de actuación en función del tipo de basuras apreciadas, de su peligrosidad y de su persistencia en el medio

2. En la infraestructura necesaria para su correcto desarrollo

3. En tener elaborado un plan de limpieza adecuado.

Zona de actuación: debemos conocer bien la zona sobre la que queremos actuar para tener éxito en nuestra misión. Debemos valorar que tipos de basura marina hemos observado y en que cantidades y establecer un orden prioritario de recogida, empezando por los más contaminantes y persistentes, los llamados de larga vida, entre los que están plásticos, vidrio y metales que serán nuestro principal objetivo sin olvidarnos de nasas, redes, cabos… Suele resultar muy positivo delimitar áreas concretas de actuación que se puedan distribuir posteriormente entre los grupos participantes así como marcar durante el reconocimiento de la zona por medio de boyas los elementos de mayor tamaño que podamos encontrar (neveras, neumáticos, bicicletas, bidones de hierro…) que los hay, y que van a necesitar de medios mecánicos para su recogida ahorrando tiempo en su localización el día de su retirada, tiempo que podremos dedicar a la limpieza.

Infraestructura: debemos disponer de una infraestructura suficiente que garantice el buen funcionamiento de nuestra actividad, tanto en medios humanos como materiales. Necesitaremos gente que nos ayude a llevar a cabo, por ejemplo, la recepción de los participantes, la comprobación de las titulaciones así como de los seguros de buceo o licencia federativa, así como una persona responsable de explicar a los participantes el Plan de limpieza que se va a realizar de la forma más detallada posible. Entre los medios materiales podríamos incluir desde barco de apoyo en mar para recogida de material, sobre todo los elementos de gran tamaño, de embarcación de seguridad, pasando por bolsas para transportar el material recogido en el agua así como de elementos para el depósito temporal de estas basuras.

Plan de limpieza: nuestra actividad debe haber sido comunicada a las autoridades competentes en la materia para disponer así de la correspondiente autorización, así como en algunos casos, del apoyo y colaboración de las mismas. Recordad que a algunos les produce dolor cólico ver a alguien con una botella entrando al agua, aún sabiendo que es para mejorar el ecosistema marino que les da de comer, por eso la presencia de Protección Civil o de la mismísima Guardia Civil no estaría de más, aunque no siempre es posible. Delimitar nuestra zona de actuación a poder ser mediante boyas que cierren el perímetro de la misma para protegernos del tráfico marítimo y poder realizar nuestra actividad con total seguridad debe ser prioritario. Los ascensos a superficie pueden ser frecuentes, y hacerlos sin embarcaciones por el medio es fundamental para proteger la integridad de los participantes. Explicaremos a los participantes como está la zona de actuación en lo referente a cantidad y tipo de residuos existentes, formaremos grupos de limpieza que podremos repartir por las zonas previamente fijadas, informaremos sobre la mecánica de recogida-transporte-depósito de los elementos contaminantes recogidos así como de su destino final sin olvidarnos de la infraestructura disponible tanto de apoyo a la actividad como para la seguridad de los participantes.

¿Qué tipos de basura podemos encontrarnos?
A la hora de ponernos a retirar basura, debemos de establecer una serie de prioridades en la recogida de la misma, ya que no todas las basuras son igual de perjudiciales. Conozcamos un poco más de su mecanismo de acción letal y su posición dentro de un hipotético ranking de peligrosidad de basuras marinas, conocimientos que creo nos pueden servir en un futuro.

Pilas y baterías: no son de las más habituales, aunque por desgracia también se ven, pero si muy contaminantes debido a la presencia de ácido sulfúrico y níquel-cadmio- plomo todos muy contaminantes. Retirada prioritaria.


Plásticos, bolsas, envases: pertenecen a los residuos llamados de larga vida pudiendo en el caso de botellas y bidones permanecer inalterables navegando por los mares durante más de un siglo. Forman parte de la denominada basura flotante en cantidades que rondan el 90% del total de basuras vertidas al mar que se estima en 6,4 millones de toneladas al año. Un 70% de esta basura acaba en los fondos marinos amenazando el llamado vivero marino, y sólo un 15% termina depositada en las playas. Existe un problema añadido con los plásticos, y es que pueden actuar como una especie de esponja química al concentrar en ellos muchos de los contaminantes más peligrosos encontrados en los océanos, los llamados Contaminantes Orgánicos Persistentes, productos químicos resistentes a la desintegración que se acumulan en los tejidos de organismos vivos provocando numerosas alteraciones y de todo tipo: reproductoras, inmunológicas, hormonales, etc.

Su impacto sobre la fauna marina se produce principalmente por ingestión o por estrangulamiento. Se estima que 1 millón de aves marinas y 100.000 mamíferos marinos y tortugas mueren cada año por ingestión o por el estrangulamiento producido por los plásticos.
Los plásticos también pueden actuar de manera perjudicial alterando ecosistemas al funcionar como vehículos de transporte para determinados animales y plantas marinos (autostopistas del océano) sacándolos de su hábitat natural y llevándolos a otros nuevos donde se convierten en especies invasoras. Su retirada es prioritaria.










 Restos de redes y nasas: las redes de pesca descartadas, continúan atrapando peces cuando se supone no deberían hacerlo. Estas redes fantasmas son un serio problema en aguas de todo el mundo. Los peces atrapados mueren por estrangulamiento o sofocación. Los que logran liberarse, lo hacen unas veces mutilados y otras con heridas que posteriormente se infectan y los llevan a la muerte. Lo mismo ocurre con las nasas, que continúan siendo trampas mortales para gran cantidad de peces y crustáceos entre otros. Su degradación por efecto del mar en las que son de madera, elimina su efecto trampa, pero las desintegra dejando restos de red y pvc que deben ser recogidos y eliminados. No olvidar el efecto contaminante de las plomadas de las redes en las aguas. Su retirada, sobre todo en el caso de las redes, requiere de mucha precaución. Su retirada es prioritaria.














Vidrios y metales: difícilmente degradables. A parte de su efecto contaminante, en caso de rotura suponen también un peligro físico, y no sólo para la fauna, si no para nosotros mismos como bañistas y buceadores. Incluyo en la categoría de metales desde latas de refresco hasta bidones de gran tamaño, neveras, bicicletas, carretillas, cadenas…Son de retirada prioritaria.









Neumáticos: al contrario de lo que se pudiera pensar, las ruedas son basura marina, pero no de la más contaminante. Existe en España un Plan Nacional de Neumáticos Fuera de Uso que admite el uso de los mismos como arrecifes artificiales en el mar. La estructura menor de arrecife sería un módulo de 8 y de ahí a estructuras que pueden llegar hasta los 4 ó 6 mil neumáticos. A la hora de decidir si recoger una rueda o no debemos valorar su porcentaje de recubrimiento por organismos diversos, y si éste supera el 50% de su superficie convendría dejarlo como está. Su retirada debe de ser valorada previamente.


Desechos de la construcción: restos de ladrillos, uralitas, bloques, azulejos que aunque no muy peligrosos sí pertenecen a la categoría de basura marina por ser elementos que no aparecen naturalmente en los ecosistemas marinos y costeros. Su recogida debe ser valorada con cuidado pues en muchos casos su grado de colonización los ha integrado en el medio y además pueden ser morada de diferentes especies, por lo que no procede su retirada. Por el contrario, restos de cableado, cañerías, uralitas plásticas… deben de ser retirados en cualquier caso.

Desechos orgánicos: su naturaleza orgánica los hace degradables. Entre ellos podemos mencionar el papel, madera, restos de plantas y animales, telas… Su retirada no es prioritaria.


 Normas que contribuyen al éxito de la actividad

Previamente a la retirada de cualquier elemento contaminante del fondo marino, debemos valorar una serie de puntos que no está de más conocer para que la actividad se desarrolle con mayores garantías de éxito:

1. Localización del objeto en el fondo: valorar el daño que podemos producir al recuperar el objeto, si debemos de mover muchas piedras, o remover demasiado el fondo… A veces es mayor el daño que el beneficio.
2. Su tamaño: valorar si está a nuestro alcance su retirada, o si por el contrario, es mejor marcarlo y dar aviso a la organización.
3. Su grado de incorporación al medio marino, para lo cual nos podemos servir de su grado de recubrimiento por organismos vivos y por su colorido. Algunos elementos externos al medio se han integrado en él, y ya no son una agresión. Con recubrimientos del 50% o superiores y con colores variados que indican colonización por diversidad de organismos marinos, podría no ser aconsejable su retirada.
4. Valoración de los elementos huecos encontrados ya que pueden ser morada de multitud de especies animales: peces, moluscos, crustáceos… Decidir si procede o no su retirada recordando siempre en este último caso dejar en el agua a los individuos desalojados.
5. Prioridad de recogida: siempre los elementos no biodegradables (plásticos, pvc, vidrio, metal…) son prioritarios sobre los biodegradables
6. Recuerdos de buceo: prohibidos
7. Buceo serio, responsable y respetuoso con el medio de forma que perturbemos lo menos posible el entorno.

Ejemplos reales de contaminación en animales
• Un estudio sobre los albatros reveló datos espantosos. Al analizar el contenido del buche de sólo ocho pichones de albatros encontrados muertos se encontró en su interior: 42 tapas plásticas de botellas, 18 encendedores descartables, una motocicleta plástica de juguete y dos puñados de restos flotantes que en su mayoría eran pequeños pedacitos de plástico.

• Una ballena varada en la costa de Santander en la que en su estómago se encontró una bola de plásticos de deshecho que pesaba 50 kilos.

• Tortugas que debido a su afición a las medusas les atraen los plásticos traslúcidos como los portaladas, que ingieren confundiéndolos con ellas provocando una obstrucción intestinal que acaba con su muerte o que en otros casos se fijan alrededor de sus cuellos actuando a modo de soga que acaba de la misma manera.
 • Aves que se alimentan de bolitas de plástico que confunden con huevos de peces, pequeños cangrejos o plancton y que también alimentan a sus pichones con estos desechos que confunden con comida. El resultado, el ya conocido.



Mucha gente se pregunta: ¿qué puedo hacer yo por el ecosistema marino? La respuesta a esta pregunta no está ligada a  grandes acciones sino a las pequeñas, que suelen ser las más importantes.